Para que todo funcione OK.
Este santiaguino de 42 años, mira hacia el futuro y tiene claro que quiere seguir aquí “creciendo y formando parte de esta empresa, apoyando a la compañía en lo que pueda. Ya es parte de mi familia” dice con orgullo este hombre.
Con un marcado liderazgo en el apoyo , en la confianza, en la participación de los logros y los problemas del equipo, es un convencido que hay que poner de tu parte para que la cosas funcionen.
Le interesa que otros tengan las mismas oportunidades que él. Desde junior, su cargo inicial, hasta su posición actual como encargado de sucursal en la que el edificio completo de San Antonio funciona gracias a este hombre que está detrás de cada ampolleta.
Para él, es prioridad responder a los tiempos con anticipación y se destaca por su capacidad de coordinación internas con su equipo y los trabajos con proveedores.
Y enfatiza: “me dieron la confianza necesaria, vieron algo en mi y confiaron. Eso se agradece enormemente”.
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