Encontrar el equilibrio en la interacción con pantallas y darles un uso positivo son funciones elementales en la actualidad. Aquí te damos algunas recomendaciones.
Las pantallas forman parte importante de nuestras vidas. Para un adulto, que en promedio revisa más de 50 veces su teléfono al día, son una necesidad. Pero, ¿qué ocurre con nuestros hijos?. Los temores abundan: que el niño será menos activo o que las pantallas pueden perturbar la niñez son parte de los miedos de los padres. De ahí surge la pregunta: ¿Cómo compatibilizar el uso de la tecnología con una buena crianza?
Para Sara Dewitt, de PBS Kids -compañía de animación infantil y de videojuegos que tiene como fin un adecuado desarrollo cognitivo- lo principal es pensar en el equilibrio. Hay que buscar el impacto positivo en los niños. Ella combate tres temores principales: el primero es creer que las pantallas evitan que los niños se vuelvan activos. Sin embargo, una serie de estudios han demostrado que ellos aprenden a través de videojuegos. El segundo es pensar que jugar en la pantalla es una pérdida de tiempo, pero también hay pruebas que demuestran que algunos juegos pueden revelar más sobre el aprendizaje cognitivo de un niño que una prueba estandarizada. Y el tercer temor es creer que estos dispositivos separan a padres e hijos. Para la especialista, los padres deben conversar con sus hijos sobre lo que han visto en las pantallas.
Compatibilizar el uso de la tecnología con una buena crianza
En nuestro país y según datos de la última Encuesta Nacional de Televisión (2014) un 20% de l@s niñ@s menores de 7 años, y un 33% entre 8 y 13 años son propietarios de una tablet, y a su vez el 40% entre 8 y 13 años, y el 66% de entre los 14 a 17 años son propietarios de un teléfono móvil que se puede conectar a internet. Siendo así, l@s niñ@s y adolescentes en Chile son dueñ@s de tecnologías, lo que facilita su acceso a programas, películas y series, a través de diferentes plataformas en cualquier horario y muchas veces sin la supervisión de un adulto. Es por eso que es clave, por parte de los padres, generar momentos de desconexión como lo aconseja el psicólogo y profesor de la Universidad de Nueva York, Adam Alter: crear hábitos como no usar el teléfono o una pantalla durante el desayuno, almuerzo y comida generará instancias para conversar sobre lo ocurrido en el día ya sea el colegio, universidad o trabajo.
De esta manera nuestros niños sentirán que la pantalla no es la que le soluciona sus problemas, ni con la que pueden contar en el día a día frente a dificultades que pueden enfrentar.
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