Estonia, el pequeño país del norte de Europa está en la vanguardia mundial de la sociedad digital. Los trámites burocráticos y las filas de espera han sido reducidas hasta desaparecer gracias a la digitalización de los procesos.
“En Estonia somos dueños de nuestra información”, cuenta con orgullo Marten Kaevats, National Digital Advisor de dicho país, uno de los invitados estrella del 4° Congreso América Digital. La seguridad con que Kaevats se refiere a la digitalización de Estonia se sustenta en la efectividad del modelo. “Los cambios van mucho más rápido pero los gobiernos no lo entienden”, asegura el experto.
Estonia y su ejemplo de sociedad digital
Estonia da el ejemplo. Allí, un paciente que ingresa al hospital es analizado a través de una serie de datos para así priorizar su gravedad y destinarlo directamente al sector más especializado. Este país también soluciona el problema con el pago de impuestos a través de un sistema automático.
La plataforma de asistencia del gobierno ha agilizado todo tipo de trámites, generando un modelo social digital y sostenible. “Tenemos una especie de política gubernamental para permitir los cambios en tecnología digital, porque sabemos que son muy rápidos”, manifiesta Kaevats.
Para el especialista, estas nuevas tecnologías elevan los niveles de confianza social: “Tener una política basada en datos es importante ya que se construye desde una visión holística y coherente”.
A pesar de ser un país pequeño (no más de 1.300.000 habitantes), Estonia se ha transformado en un modelo a seguir. La transformación digital de su gobierno ha permitido que las personas ahorren tiempo, gasten menos dinero en sus trámites y ayuden al medio ambiente gracias a la disminución del uso del papel. Así, la sociedad de Estonia ha conseguido mejorar su calidad de vida de manera notable.
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