“Tanto como en el deporte, la vida y el trabajo, las cosas no van a funcionar si trabajas solo”
Llega todos los días en bicicleta al trabajo, a la hora de almuerzo se escapa al gimnasio, al terminar el día, regresa a su casa de la misma manera como salió de ella y, por lo menos tres veces por semana, se cambia de ropa y parte, en bicicleta por supuesto, a hacer natación. Así es un día común y corriente en la vida Pedro Nova, especialista de calidad para los clientes del sector bancario, quien forma parte de la familia Kibernum desde el 2013.
Padre de su hijo Amaro, especialista en control de calidad y deportista por donde se le mire. Jugó fútbol en la sub 17 de la Universidad Católica, práctica running, ciclismo, natación y desde hace poco encontró una nueva pasión, la apnea, deporte extremo que consiste en bucear libre, sin estanque.
“Siempre he sido muy deportista, creo que quien lo hace anda más relajado, con una mirada distinta de las cosas y con una disposición frente a los aspectos de la vida mucho más positiva”, comenta con entusiasmo.
El 2010, por un problema a la columna, el doctor le recomendó la natación por tratarse de una disciplina más completa y de menos impacto negativo para el cuerpo. Tomó clases y ahí conoció a su profesora de natación, Valeska Valenzuela, su actual polola y partner en el deporte acuático.
Pero no todo fue pololeo, realmente se entusiasmó, tanto así que practica natación casi una hora diaria. “Lo primero que me llamó la atención fue la relajación que uno alcanza después del nado, además de ser un deporte que te mantiene en forma, quemas muchas calorías”.
Conoció la apnea junto a Valeska en un viaje a San Andrés, Colombia. Los invitaron a bucear sin tanque de oxigeno y se enamoró completamente de este deporte, tanto así que para este año programó sus vacaciones a un lugar donde podrá dedicarse de lleno a esta actividad para nadar junto al tiburón ballena, mantarrayas gigantes, tiburón toro, buceo en cavernas y los barcos sumergidos en la rivera Maya.
“Es un deporte apasionante, además de lo físico, está el poder ser testigo de las maravillas que hay debajo del mar. Recorrer los arrecifes es maravilloso. Lo que necesitas es mucha concentración, saber técnicas de respiración, escucharse uno mismo, los latidos del corazón y los sonidos del cuerpo, teniendo eso, solo resta disfrutar. Además, potencias virtudes como el liderazgo, compañerismo, trabajo en equipo, disciplina y lealtad“.
Los mismos valores que aplica en su trabajo, “en Kibernum nos toca medir la calidad de los procesos y por ende de las personas que están a cargo de éstos, por lo que hay que estar encima, saber corregir directa y adecuadamente, siendo firme y constructivo, lo que implica saber conversar con las personas, saber llegar a ellos, actuar de inmediato, y ofrecer todo el apoyo posible”.
“Tanto como en el deporte, la vida y el trabajo, las cosas no van a funcionar si trabajas solo. Debe existir el compañerismo, el trabajo en equipo, la amistad y la lealtad. A veces se nota mucho la diferencia entre las personas que practican deporte con las que no lo hacen” concluye.