La crisis de confianza que estamos viviendo desde hace un tiempo tiene componentes que van más allá de lo económico o financiero. Se ha instalado en las relaciones que hoy tenemos con la clase política, el mundo empresarial y en definitiva, en la manera en que nos relacionamos unos con otros en general.
Los últimos hechos ocurridos en el país han generado un grado mayor de desconfianza por parte de la ciudadanía hacia el empresariado. Como consecuencia de esto, esta desconfianza recae en las empresas, provocando directamente que la relación proveedor cliente se torne distante.
La confianza es un valor clave, ya que es fundamental a la hora de establecer cualquier relación, pero ¿cómo la generamos, cuidamos y restablecemos? A mi juicio, se requieren al menos de 3 acciones:
La primera es cumplir con nuestros compromisos. Esto no requiere mayor explicación, el cumplimiento de la forma y fondo de lo que prometemos es la base para desarrollar relaciones de confianza sostenibles.
En segundo lugar, saber pedir perdón. Las empresas – el empresariado –, al igual que las personas cometemos errores. En este sentido, veo mucho esfuerzo por reducir al mínimo la cantidad de equivocaciones que cometemos, pero poco para aceptar el error frente a mi cliente y reestablecer las confianzas que se han quebrado.
Por último, generar relaciones “ganar-ganar”, tanto nuestros clientes, como las organizaciones deben obtener valor de sus relaciones. No todo puede ser pedir, pues en la medida que solo hay una parte que entrega se desarrollan relaciones desbalanceadas y de poca confianza. La mejor negociación será siempre en la que ambas partes ganen lo que les es debido, es decir lo justo.
El desafío es grande, requiere de constancia y por sobre todo, de un alto grado de empatía y asertividad, traducidas por un lado en la disposición a escuchar y conocer realmente a nuestros clientes, trabajadores, accionistas y al mercado en general y por otro, en la libertad de poder trasmitir nuestros objetivos, problemáticas y sueños.
Solo si logramos avanzar por este camino, podremos desarrollar relaciones de confianza que nos permitirán estar más cerca de cada uno de estos actores y lograremos construir un ecosistema que realmente permita generar escenarios de negociaciones ganar – ganar, cumplir nuestros compromisos en base a esos acuerdos y saber pedir perdón cuando nos equivoquemos.
Mario Araya
Gerente General