Desde muy pequeños, los gustos por diversas cosas van marcando el camino que se quiere o gustaría seguir. Algunos niños son fanáticos de los autos, otros de algún deporte como el futbol, pero hay quienes les gustan marcar diferencia y se interesan por los dinosaurios. Este es el caso de Diego Moreno, Analista Funcional en Kibernum, quien desde muy pequeño comenzó con esta afición que hoy es parte importante de su vida.
El mismo se nombra como un aficionado, no un experto, a pesar de tener vasto conocimiento sobre el tema de la paleontología, el cual le ha permitido participar y ser un aporte en diversas organizaciones especializadas sobre el tema, así como también viajar y relacionarse con personas de países de América Latina y Europa.
“Comencé desde muy pequeño, seguí lo que desde siempre me gusto. Aquí en Chile son pocos los Paleontólogos, no superan las 30 personas, es por eso que es más difícil lograr acercarse a este mundo, pero sin embargo a lo largo de los años he participado de clases, exposiciones en museos, charlas y que me han permitido especializarme cada vez más ”, cuenta Diego
Su aporte a la paleontología como aficionado se basa principalmente en la entrega de los conocimientos adquiridos a lo largo de su carrera a asociaciones y agrupaciones que hablan sobre fósiles de dinosaurios. Además, Diego participa dictando cursos, charlas y exponiendo en diversas organizaciones, también ha participado como guía en museos. Para Diego “la paleontología es una ciencia que día a día se va actualizando, por lo que todos los sábados en la Biblioteca de Santiago (Abril a Noviembre) realizamos clases de paleontología gratuita” .
Diego deja bien claro que “no soy paleontólogo, soy un aficionado. Se pueden clasificar las personas que están inmersas en este mundo de los dinosaurios y los fósiles, ya que existen quienes son paleoilustradores, los que se encargan de hacer registro de lo que se encuentra, paleoreconstructores, especialistas en restaurar lo encontrado, los aficionados como yo, quienes sin tener estudios hemos logrado tener un amplio conocimiento y finalmente los paleontólogos, quienes son los entendidos.”
A pesar de que esta afición le quita bastante tiempo, sobre todo los fines de semana, su familia es un gran pilar, “mi familia me acompaña y me apoya siempre en todo lo que hago, no me restringe ni me prohíbe hacer esto que tanto me gusta. A veces no estoy en todo el fin de semana en casa por alguna exposición o porque me fui al cerro en búsqueda de algún fósil” comenta.
Si bien pareciera que su profesión de informático y la paleontología ni pudieran llegar a relacionarse, Diego dice que ha logrado compatibilizar y unir ambas carreras, utilizando la minuciosidad que se necesita para la paleontología y la concentración que necesita en la informática, para rendir como corresponde en ambas.
La oportunidad de vivir cuatro años en España, fue para Diego algo que muy pocas personas de este mundo de la paleontología en Chile han logrado, ya que le permitió conocer paleontólogos españoles de reconocimiento mundial y adquirir nuevos conocimientos, los que luego ha tenido la oportunidad de divulgar en nuestro país. También ha tenido la suerte de ser invitado por paleontólogos chilenos a expediciones en terreno en donde ha podido encontrar fósiles, una experiencia única para él.
Diego continua esta aventura que comenzó desde muy pequeño, y sin ser un experto, ha logrado ser parte importante de este especial mundo, tan ajeno para todos. La aventura de seguir siendo parte de nuevos descubrimientos continúa para él, especializándose cada día y también entregando nuevos conocimientos a las generaciones futuras de aficionados a la paleontología.