Ariel Camporeale, Gerente de Unidad de Negocio Ingeniería de Software Kibernum, asegura que son una herramienta muy importante y un elemento esencial para los negocios.
Con el aumento progresivo de los tablets y smartphones, las aplicaciones móviles son hoy una importante herramienta para las empresas. Incluso, la Encuesta sobre Movilidad 2012 , realizada por Symantec y que abarcó a 43 países, incluido Chile, reveló que el 79% de las empresas latinoamericanas están evaluando crear aplicaciones móviles en sus negocios, mientras que el 67% se encuentran implementándolas.
Las razones de este auge se deben a los beneficios que implican estas tecnologías, ya que aumentan la eficiencia, la agilidad del negocio y las ventas.
“Los dispositivos móviles se han vuelto herramientas esenciales para los negocios pues los empleados están viendo una mejora en la productividad al tener acceso a los recursos empresariales desde cualquier lugar”, dice Ariel Camporeale, Gerente de Unidad de Negocio Ingeniería de Software Kibernum
Ariel Camporeale, además destaca que son un instrumento con mucho potencial, pero aún hay mucho que avanzar en esta materia. “Hay muchas aplicaciones móviles que están puestas al servicio del cliente, pero no enfocadas a la optimización de las empresas, que han hecho aplicaciones que extienden su negocio, pero no lo transforma”.
El Gerente de Unidad de Negocio Ingeniería de Software explica que hoy en las empresas chilenas hay una serie de acciones en el ámbito de las aplicaciones móviles, pero no existe una “estrategia móvil” que permita transformar la manera en la que hacemos negocios.
“Creo que faltan más ideas de las empresas en esta materia y hay que ponerlas más al servicio de los usuarios externos e internos. Sin duda, falta trabajar en el desarrollo de estrategias que consideren todo el potencial de las nuevas tecnologías”, dice Ariel Camporeale.
Además, considera que Chile aún está muy atrasado en las aplicaciones móviles en relación a otros países, lo que constituye una oportunidad y un desafío para los profesionales informáticos. “Este es el camino que hay que seguir, muchos profesionales van a tener que adaptarse porque hoy el mercado de los que pueden desarrollar estas aplicaciones es pequeño y la demanda sigue creciendo”, concluye.