Mucho se ha hablado acerca del blockchain –la tecnología mediante la cual operan las criptomonedas- y su implementación en los sectores financiero, salud, logístico y hasta en el del Internet de las Cosas.
Sin embargo, dadas las posibilidades que esta cadena bloques ofrece, su campo de aplicación es casi ilimitado.
En el sector de la educación, instituciones de cualquier tipo pueden utilizar esta tecnología para la gestión de sus registros.
Observa algunas de sus aplicaciones prácticas:
Registro de estudiantes
Sin duda, la aplicación más lógica de esta tecnología en los recintos educativos tiene que ver con el registro de estudiantes. En el libro (base del Blockchain), se puede incluir la validación de identidad de determinado estudiante, las materias que cursó y las calificaciones que obtuvo, así como los seminarios a los que asistió, las veces que visito la enfermería y demás información que pueda resultar de valor para la institución.
Almacenaje de contenido académico
Las instituciones educativas son grandes generadoras de conocimiento. Por ejemplo, al año en una universidad se presentan cientos de tesis y trabajos investigativos que se van constituyendo en un patrimonio intelectual de altísimo valor. Con blockchain, es posible pensar en un archivo organizado y completamente categorizado de los mismos. Una especie de biblioteca digital, con la diferencia de que sería inalterable y a prueba de daños o pérdidas de la información.
Archivo de certificaciones y títulos
Uno de los grandes problemas que afronta el sector de la educación tiene que ver con la gestión y archivo de los documentos que certifican la formación académica de las personas. Por un lado, la documentación en papel se puede perder con el pasar de los años, y las copias digitales pueden dañarse o simplemente desaparecer. Por otro, las falsificaciones de títulos están a la orden del día y hay pocas herramientas para validar su originalidad.
En ese sentido, con Blockchain sería más que factible consolidar un registro inalterable en el que se almacene toda la información relativa a las titulaciones de las personas. Por ejemplo, Sony Global Education ha adaptado esta tecnología a un proyecto conocido como Protocolo de Intercambio de Datos abierto. Se trata de un sistema mediante el cual dos partes, en cualquier lugar del mundo, pueden compartir de forma segura registros académicos oficiales.
Gestión de microcredenciales
En un mundo laboral cada vez más tecnificado y competitivo, los empleadores buscan en los profesionales habilidades y conocimientos específicos. Sin embargo, los candidatos a las plazas laborales suelen mentir al respecto y embellecer sus currículos con información sobre destrezas que, tal vez, no dominan a la perfección.
La solución a este problema podría radicar en blockchain. Por ejemplo, la universidad de Melbourne inició un proyecto de archivo de microcredenciales basado en esta tecnología. La idea es registrar -en un libro digital seguro e inmutable- los certificados y calificaciones técnicas que los estudiantes vayan adquiriendo en el desarrollo de sus carreras profesionales. Los promotores del proyecto afirman que el registro de microcredenciales no afectará la validez del título profesional, pues solo será una herramienta para que los empleadores optimicen sus procesos de contratación y validen la autenticidad de cada certificado.
Cabe señalar que todos los registros mencionados anteriormente representan un beneficio para el público en general. En caso de que se aplicasen de manera global, los ciudadanos dispondrían de una base de datos de toda su información académica, a la que podrían acceder de forma rápida y sin incurrir en mayores costos. Imagina lo sencillo que sería, por ejemplo, encontrar un certificado de secundaria después de 20 años.